Archivo de la categoría: Urbanismo

La fuente de la Plaza de los Reyes

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Esta “bonita” foto está tomada hace una media hora en la Plaza de los Reyes. Desde que se inauguró la remodelación de esta plaza es la segunda vez que se tiene que intervenir la fuente que está junto a la Delegación del Gobierno.

La consecuencia es que desde que terminó la obra y que la empresa contratista la entregó a la Ciudad Autonómica (finales de 2006), cada dos años ha tocado una intervención en la fuente, esto es, cada año la Ciudad Autónoma ha gastado dinero en esta fuente.

Una fuente que más que correr el agua, parece que lo que corre es el dinero de todos.

La muerte del dios ladrillo

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Escribir sobre este año y no mencionar la palabra “crisis” es absurdo y se faltaría a las tácitas cláusulas de estilo, que se pretenden en estos anuarios, con los que “El Faro” quiere hacer una recapitulación de todo el año.

La crisis tiene unas connotaciones globales y es, sobre todo, una crisis financiera que está afectando a la disponibilidad del crédito. El crédito, como cualquiera sabe, es lo que hace que nuestro sistema económico funcione, ya que facilita dinero a las empresas para realizar inversiones sin necesidad de tenerlo aprovisionado y da dinero a los consumidores para adquirir “en cómodos plazos” numerosos bienes que difícilmente podrían hacerlo mediante el ahorro ordinario.

La situación de muchas entidades crediticias después de invertir en fondos “infectados” con garantías como las hipotecas “subprime” de los Estados Unidos, la propia alza de la morosidad hipotecaria y crediticia en España y el miedo que se ha extendido en todos los mercados, está haciendo que quien tenga dinero prefiera mantenerlo en sus arcas antes de exponerlo en un mercado donde lo único cierto es la incertidumbre.

Todos los gobiernos, especialmente los occidentales, han abandonado las técnicas netamente monetaristas de las últimas décadas y la adoración a la autorregulación del mercado. Las primeras porque no son ni mucho menos suficientes para paliar los efectos de los ciclos económicos. La segunda porque las virtudes autorregulatorias del mercado se han demostrado ineficientes, excepto en mercados muy concretos, por el sencillo motivo de que no hay casi ningún mercado con pleno acceso a la información, sin merma de la libre competencia, entrada y salida libre de actores y equilibrio.

ladrilloLa desregulación masiva de los mercados, especialmente de los mercados financieros en los Estados Unidos, no ha producido ni mucho menos los frutos pretendidos, sino que las fallas connaturales del sistema han sido aprovechadas por los actores dominantes para ponerlas completamente a su favor y jugar con su dinero y el ajeno en una espiral de beneficios tan espectaculares, como increíbles y obscenos.

En España la crisis ha tenido una versión propia, como en casi todos los países. El crédito fácil ha estado financiando una burbuja inmobiliaria que ha hecho crecer el movimiento de dinero como ha cambiado la estructura paisajística y urbanística de nuestro país.

Se ha estado construyendo a un ritmo muy superior a la demanda real de vivienda, si por ésta entendemos el número de viviendas necesarias para que cada unidad familiar tenga una en alquiler o en propiedad.

Las facilidades hipotecarias, especialmente los bajos intereses, una desregulación del suelo de mentalidad fracasadamente neoliberal, el interés de las corporaciones municipales de ingresar el 10% del aprovechamiento urbanístico, la escasa vergüenza de unos muchos y la mentalidad española de invertir los ahorros en propiedad inmobiliaria han sido el terreno propicio para que la construcción se disparara y se invirtiera la ley de la oferta y la demanda.

Digo que se ha invertido la ley de la oferta y la demanda, porque cuanto mayor era la oferta, mayor era el precio. Primero porque el suelo y los materiales de construcción subían para aprovechar el tirón, y segundo, lo más importante, porque se han utilizado técnicas de colusión por precios referenciales (cada dato que se publicaba informaba de cuánto se debía subir), de forma que la tasación genérica de una zona servía para encarecer un tanto por ciento el precio, en el que ya se quería cobrar hasta la revalorización venidera.

Se han creado fortunas y parecía que el dinero prestado era propio. Corría por las calles y muchos políticos creyeron haber encontrado la fuente de eterno crecimiento económico en la especulación inmobiliaria, entre ellos nuestro Presidente, Juan Vivas.

Pero comenzaron a fallar determinados productos financieros y el veneno que tenían, y que se había transmitido a través de los fondos de inversión, llegó a todos los rincones del planeta. Se ha parado el crédito, quizá no porque no haya dinero, sino porque no hay valor para ponerlo en juego. Y andan los gobiernos desempolvando los manuales del keynesianismo más ortodoxo (el Estado como dinamizador económico), que quizá también se haya quedado un tanto trasnochado, como le acaba de ocurrir al neoliberalismo.

Publicado en el «Anuario de El Faro de Ceuta»

Chalet de Ybarrola

El chalet de Ybarrola es uno de los comodines que tiene el gobierno de la Ciudad para todo. Me soprende leer como cualquier nuevo servicio piensan ubicarlo en ese emplazamiento, que si bien amplio y con parcela propia, tampoco es que sea un complejo administrativo al estilo de “Nuevo Ministerios”.

Lo último ha sido el anuncio, con ocasión de la visita de la ministra Aido, de instalar allí un centro integral de atención para las víctimas de la violencia de género. Crear este centro es una buena idea, si es verdaderamente integral y tiene una dinámica de trabajo y un estilo netamente diferente del actual “Centro Asesor de la Mujer”, que más parece una entidad organizadora de cursillitos que un organismo público que promueva la igualdad de las mujeres.

Pero volviendo al asunto del chalet de Ybarrolla, creo que ya se había dicho que se iba a instalar allí un centro de atención a personas de tercera edad, un centro de dependientes, dependencias administrativas para instalar a la legión de empleados municipales y hasta una guardería.

Como este proyecto depende nuevamente de que haya financiación externa, mucho me temo que la prensa local nos irá dando a conocer nuevas utilidades de este chalet, según la necesidad que tengan nuestros dirigentes autonómicos que ir quedando bien o de buscar emplazamiento al último anuncio populista que el gobierno se saque de su chistera.

Los servicios que se han ido “adjudicando” a Ybarrola son todos importantes y necesarios. Cualquiera de ellos deberían estar funcionando ya, sino desde hace años, especialmente la guardería, pues es un vergüenza que una ciudad como Ceuta, con una tasa de natalidad tan elevada, solamente tenga dos guarderías públicas.

El problema es de credibilidad y no de intenciones. Es de credibilidad porque si todo lo importante y lo necesario lo queremos mandar al mismo lugar, esto quiere decir que ni tienen claro qué es apto para ese lugar, ni saben qué servicios reales quieren dar, ni que prioridad tendrán los diversos servicios entre sí. El chalet de Ybarrolla se está convirtiendo en el emplazamiento para todo, porque aún no se puede hacer nada allí, principalmente porque la Ciudad Autónoma no tiene dinero.

Decía el consejero Márquez que la inversión que realmente se decidía cada año era de veinte millones de euros, una mínima porción de los más de trescientos millones de euros del presupuesto de la Ciudad. Si esto es cierto no es fruto de un azar del destino, sino de más de un lustro de despilfarro de las arcas públicas que ha producido unos compromisos y un endeudamiento que condicionan más del 90% del presupuesto de la Ciudad antes de ser elaborado. Por eso nuestra Ciudad Autónoma es cada día menos autónoma financieramente y necesita de más convenios y acuerdos puntuales para financiar los servicios que ella sola debería prestar.

Espero y deseo equivocarme pero mucho me temo que esta nueva dedicación del chalet de Ybarrola se verá sucedida de otras cuantas, hasta que un buen día se encuentre el dinero para instalar allí lo primero que se pueda.

Artículo publicado hoy en «El Faro de Ceuta».

Ventanas rotas y contenedores inexistentes

A través del servicio de suscripción de la página de Daniel Esquibel he podido recordar algunas cosas y conocer algunas cosas más sobre la “teoría de las ventanas rotas”. Tomando la metáfora se puede decir que si en edificio hay una ventana rota y no se repara, este aspecto de abandono invitará a otro a romper otra ventana y así sucesivamente.

La teoría de las ventanas rota ha sido aplicada sobre todo en el mundo de la seguridad ciudadana y con gran fruición por parte de los sectores más conservadores, ya que implica una tolerancia cero contra la pequeña delincuencia.

Pero leyendo sobre esta teoría se me ha ocurrido que tiene aplicación en otras esferas como son los servicios y el urbanismo. En Ceuta se argumenta continuamente que en determinados barrios de la ciudad no hay contenedores no porque la corporación no los ponga, sino porque algunos los queman. Como no hay reposición la quema degenera en abandono de los servicios y en una peor situación para el barrio, ya que los vándalos irán a por lo siguiente y la degradación seguirá.

El abandono de cuestiones como mobiliario urbano, transportes y servicios que padecen buena parte de los barrios de Ceuta suponen un retroceso de la autoridad y de la presencia de la ley, por muchas excusas que se quieran poner. Es posible que si los barrios estuviesen más limpios, mejor comunicados y tuviesen recursos para sus habitantes, muchos de los problemas podrían bajar en intensidad.

Servicios Públicos y Urbanismo tienen consecuencias más allá de lo que las cortas mentes de nuestros munícipes son capaces de atisbar.